por Dulce Lissentari.
Es visión constante la de riqueza ante la palabra "herencia" sin considerar antes que si bien se una herencia abarca los bienes, derechos y obligaciones que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos; también se considera como "herencia" a los rasgos o circunstancias de índole cultural, social, económica, que influyen en un momento histórico procedentes de otros momentos anteriores.
LOS HEREDEROS, película de Eugenio Polvosky, presenta el segundo tipo de herencia esa que se perpetuá de padres a hijos no por mantener vivas las costumbres, sino por ser estilo de vida en el que el trabajo del menor es tan necesario como cualquier otro miembro de la familia para poder subsitir.
Ganadora de varios premios entre los que destacan: el premio “Joris Ivens” en el Festival Cinéma du Réel; Mejor documental en DocuDays en Beirut, Corea; dos Arieles 2009 como Mejor Documenal y Mejor Edición; mención honorífica en el Festival de Venecia; el galardón José Rovirosa otorgado por la UNAM. LOS HEREDEROS no contó con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, por lo que su Eugenio Polvosky buscó ayuda en otros medios encontrando el apoyo del Fondo Hubert Bals de Holanda y Suiza.
LOS HEREDEROS se presentó en la Cineteca Nacional y ahora cuenta con el apoyo de UNICEF-México (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) por lo que será difundida de manera comercial en 160 países. También gracias a este apoyo será incluída en el festival organizado por la UNICEF para conmemorar la Convención de los Derechos de los Niños a celebrarse en Noviembre.
Esta cinta tiene una característa muy especial, no hay narradores, diálogos, entrevistas o cronistas; se trata de una visión donde no hacen faltas palabras ante una verdad contundente, la vida diaria de aproximadamente 3.6 millones de niños y adolescentes menores de edad que salen a trabajar para ayudar a sobrellevar las necesidades de su familia o también permanecen en sus hogares realizando las labores de hogar que tendrán que continuar por el resto de su vida.
Otra característica de este documental es que Polgovsky pone su cámara a la altura de los niños, los mira de frente. O lo que es lo mismo: niños y cámara ven el mundo hacia arriba. “Yo les hago una reverencia, un homenaje, me pongo a su altura”, indicó el cineasta.
Más de tres años le tomó a Eugenio Polgovsky filmar su documental Los Herederos. El resultado, simple y sencillamente es desgarrador. "Quise sumergir al espectador en el caminar de los niños jornaleros, pastores, tejedores, artesanos y cortadores de leña a partir de un silencio engañoso que en realidad es un grito. La música me ayuda a darle eco a esta realidad injusta, es un cpntraste estruendoso que busca una libertad y el reconocimiento de una sabiduría", comentó el director.
Porque esta película no sólo nos revela la forma en que viven millones de familias, también nos invita a reflexionar sobre un sistema en donde hay quien no tiene nada y cada par de manos es necesario para continuar perpetuando la vida. Los niños heredan las herramientas de trabajo de sus padres y abuelos, viejos utensilios, hierros oxidados y maderas gastadas que emplean en la labranza, la artesanía y el bordado. Cada pieza que se venden como curiosidad en los mercados a precios menores gracias al regateo tiene tras de sí arduas horas de trabajo, sudor y en muchas ocasiones sangre.
En la presentación a prensa César Costa, embajador de la UNICEF recordó a José Hernández, uno de los astronautas mexicanos que fue hace poco al espacio, a quien su padre luego de una jornada en el campo le preguntó si quería seguir realizando ese trabajo por el resto de su vidao prefería estudiar.
Este como muchos otros es ejemplo del potencial que es cada niño.
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