miércoles, 16 de junio de 2010

Princípe de Persia: Las Arenas del Tiempo

Verdad universal: los videojuegos son populares. Cada año se lanzan al mercado secuelas de los videojuegos más popolures que logran superar trilogías sin mayores problemas, con guiones concretos, entretenidos y cautivantes.

Entonces surge el mercantilismo de querer hacer adaptaciones de juegos exitosos al cine con dos resultados:

1. La mayoría de estas adaptaciones han obtenido unas recaudaciones bastante discretas, siendo la más exitosa de todas ellas “Lara Croft: Tomb Raider”, cinta que ingresó unos decentes pero para nada espectaculares 274 millones de dólares en todo el mundo.

2. Los fans tienden a salir decepcionados al ver su videojugo favorito ser cruelmente "adaptado" y en muchos de los casos, perder la escencia de la historia (intentemos olvidar el caso Street Figther por ser tan doloroso).

“Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo” surge como un verdadero reto al contar con el respaldo de Jerry Bruckheimer productor de Piratas del Caribe por lo que se garantiza de inicio una costosa producción que, si funciona en la taquilla, provocará que el resto de estudios de Hollywood se atrevan a financiar propuestas parecidas (y es que, por increíble que parezca, ni siquiera “Halo” consiguió el dinero necesario como para que las dos majors involucradas en el proyecto le dieran luz verde al mismo). Y por supuesto garantizar un par de secuelas para El Príncipe de Persia.

Y como siempre la película, en la que se ha involucrado Jordan Mechner, el creador de esta mítica franquicia, no sigue al pie de la letra el argumento del videojuego original, sino que toma algunos de sus elementos para crear una historia completamente nueva. Así, aquí nos encontramos con el pasado de Dastan y su vida junto a sus hermanos (no más detalles sería spoiler aunque les adviertto que en la foto de abajo hay uno pero muy leve)

No hay duda de que lo mejor que se puede decir de “Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo” es que se trata de un filme que entretiene de principio a fin si bien es un poco largo cuenta con un gran reparto y mejores efectos especiales, Jake Gyllenhaal tiene un gran parecido con el personaje de Dastan y cumple con las escenas sobretodo cuando comparte pantalla con Gemma Arterton, todo un acierto de casting. Ben Kingsley resulta convincente en su rol, mientras que Alfred Molina parece pasárselo en grande dando vida a Amar.

La realización de Mike Newell (Harry Potter y el Cáliz de Fuego) se ve teñida del toque Bruckheimer para que no olvidemos quien es el verdadero amo y señor del asunto (en las escenas de acción se atisban ciertas referencias al juego y a “Assassin’s creed”, otro título de la compañía Ubisoft). La música de Harry Gregson-Williams nos remonta de inmediato a los videojuegos así que esto es un gran acierto.

Ahora sólo el tiempo dictará el futuro de Prince of Persia para la pantalla grande y en eso ninguna daga lo podrá ayudar.

Comentó... Dulce Lissentari.

1 comentario:

Anónimo dijo...

K monito se veia en ese trajecito de princepe de persia...y k monitos brazos